Martínez Olmos. ¿El control parlamentario al servicio de una persecución personal?.

La primera, que surge automáticamente en la opinión de los melillenses, es que es una lástima que dicha hiperactividad (más de 40 preguntas en el plazo de los dos últimos meses), no la tuviera el Sr. Martínez Olmos, Diputado a Cortes por el PSOE, para la tramitación y aprobación del tan controvertido modificado del proyecto del nuevo hospital de Melilla, cuando él regía los destinos de INGESA, e incluso del Mo de Sanidad, en el gobierno anterior del P.S.O.E.. Cuánta desilusión, desesperanza y perjuicios económicos nos hubiera evitado a los melillenses.

Pero claro, él no vive aquí, así que si de su desinterés y poca o nula diligencia, se derivaba que el gobierno del partido popular no inauguraba el nuevo hospital, a él le importaba poco y tal vez hasta se alegraba de ello. Pero que no teman los melillenses, al folletín de la obra del nuevo hospital le quedan sus últimas páginas para el desenlace, ¿no será esto lo que quiere tapar el Sr. Martínez Olmos?.

La segunda objeción a esta furia de demandadero merece este punto y aparte, y es que este claramente exceso no tiene los lícitos fines del regulado y protegido control parlamentario, sino clara y llanamente lo mueve un fin más espúreo: la persecución contra una persona. Y es que los datos apoyan esta afirmación, de las preguntas hechas (muchas repetidas y por tanto respondidas), en catorce se cita directamente a la persona del gerente. Y ello nos mueve a pensar en qué larga mano mueve al Sr. Diputado...

Porque sino qué justificación puede tener, que una persona como el Sr. Martínez Olmos, que fue secretario general de sanidad (y ministro en la sombra según reputadas opiniones), se interese por los gastos de representación del director territorial de Melilla (si aparecen los papeles de las comidas del anterior gobierno, qué sorpresas nos vamos a llevar) o su forma de acceso al cargo (al ciudadano le interesa el resultado de la gestión, y encima le engañan sobre la situación del mismo).

Debe comprender que al melillense, lo que le interesa realmente es que sea más fácil pedir cita o que su equipo sanitario ejerza la atención domiciliaria cada vez más, o que cada vez se necesite menos el viajar fuera de Melilla para recibir la atención sanitaria.

Pero lo más grave, y sí que debe saber la opinión pública, es que con su persecución, el Sr. Martínez Olmos está dañando a la sanidad pública de Melilla, ya que distrae importantes recursos humanos, para responder sus numerosas y repetidas preguntas, con el descrito escaso interés público en su mayoría; no obstante, que los melillenses estén tranquilos que una cosa es intentar paralizar al equipo gestor de INGESA en Melilla, y otra lograrlo.

No lo va a conseguir Sr. Martínez Olmos, porque gracias a la dedicación de todos, de gestores y de los trabajadores del Área Sanitaria de Melilla, sus cuestiones van a tener la debida respuesta y la sanidad pública en Melilla va seguir avanzando; y así a logros como el continuo descenso de las listas de espera o la constante mejora de los datos asistenciales, les seguirán otros que los ciudadanos valoran y juzgarán llegado el momento, sabiendo diferenciar a aquellos responsables públicos que sólo dicen “nosotros haremos más”, de aquellos como los hombres y mujeres que rigen actualmente INGESA en Melilla, que dicen “con vosotros, los profesionales, hacemos más”. ¡Seguiremos ojo avizor el desenlace de esta burda estrategia!.